La atracción, llamada Skyslide, permite deslizarse desde el piso 70 hasta el 69 de esta construcción, en solo cuatro segundos. Es un tobogán de 14 metros de largo y 1,20 metros de diámetro, ubicado en la parte exterior de la torre. El vidrio tiene
apenas 3,2 centímetros de espesor, pero la empresa constructora asegura que puede resistir terremotos y huracanes.El tobogán fue construido en vidrio transparente. Por eso, quienes se deslicen por él tendrán una vista panorámica de la ciudad, las montañas y el océano. El recorrido finaliza en una terraza al aire libre, donde se puede observar Los Ángeles a 360 grados.
Se promociona como una propuesta para "toda la familia y perfecta para todas las edades". La entrada cuesta 27 dólares, incluye el uso del tobogán y el acceso a la terraza.
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