EN LA ERA DIGITAL SOS ALBAÑIL Y ACTOR HOT

 Damián Romero, un joven de Morón, Argentina, dejó la albañilería para convertirse en actor porno, marcando un giro radical en su vida. Antes de este cambio, trabajaba en la construcción, un oficio que consideraba agotador y poco gratificante. El auge de plataformas digitales como OnlyFans despertó su interés, llevándolo a abrir una cuenta bajo un seudónimo para mantenerlo en secreto mientras seguía en la obra. Con el tiempo, ganó confianza y se adentró en la industria, produciendo contenido principalmente para hombres gays en OnlyFans, donde genera mayores ingresos, y videos heterosexuales para PornHub.

Su transición no fue fácil. Algunos amigos y familiares le dieron la espalda al enterarse de su nueva profesión, y sus padres, aunque no comprenden del todo su trabajo, aceptan su bienestar económico. Este cambio le permitió mudarse de Morón a un barrio cerrado en Tigre, algo impensable con su salario anterior. En su mejor mes, ganó 5 mil dólares, superando ampliamente sus ingresos como albañil. Sin embargo, Romero aclara que grabar contenido requiere concentración, organización y unas cuatro horas por rodaje, desmitificando la idea de que es un trabajo puramente placentero.

Romero también reflexiona sobre la diferencia entre ser actor porno y la prostitución, destacando que su trabajo se realiza en un entorno controlado con personas conocidas y estudios médicos previos. A pesar de ciertos estigmas, como la percepción de "prostitución virtual", él valora la seguridad de su profesión. Su historia refleja los desafíos y oportunidades de la industria del cine para adultos en la era digital, así como el impacto personal y social de reinventarse profesionalmente.

 

 

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